martes, 30 de septiembre de 2008

Sea sincero con usted, camine en paz

El niño para seguir siendo aceptado, amado y para seguir satisfaciendo a sus padres, creará, conciente o inconcientemente, situaciones donde les demuestre lo especial que es. Inventará historias, sueños, hará preguntas planeadas, entre otras cosas; cuando en realidad todo esto no es necesario, porque el niño está inmerso en una historia, en un cuento de hadas, duendes, luces y fantasías.
No hay nada que inventar, solo hay que dejarlo salir.

¿Por qué se crea tanta confusión ante estos términos nuevos que aparecen para ayudarnos y aclarar nuestras dudas?

El niño, y la inmadurez Espiritual del adulto:

Todos estamos en un camino de búsqueda, de querer encontrar la Verdad.
Se puede buscar este camino dejándose fluir, dejando que el Universo nos guíe hacia esta Verdad; o se puede encontrar el camino, iniciándose en alguna técnica espiritual ya sea de meditación o tantas otras que hay hoy, la cual puede llevarlo a un estado de conciencia superior y de comprensión mayor. También se puede buscar esta Verdad a través de la lectura de libros, de información de Internet y de otros medios.
Todo es válido, a cada uno le llega lo que necesita. Cada uno encuentra el camino que lo llevará a la verdad.
Pero ¿qué sucede si la mente domina esta búsqueda? ¿Si somos herramientas de la mente y no ella una herramienta nuestra?, ¿si somos víctimas del ego?
La mente y el ego son una parte necesaria del humano, pero siempre debemos observarlas porque es el alma la que debe guiar nuestras vidas.
La mente y el ego están condicionados por el miedo, siempre buscarán reforzarse por temor a su disolución. En cambio el alma siempre Es, y no hay lugar allí para el temor.
Toda búsqueda desde el alma será humilde, toda búsqueda desde el ego y la mente, posiblemente desviará y sumará más confusión.
Entonces, si la búsqueda parte desde el ego y no desde la humildad, toda técnica que nos lleve a saber más, toda la información que hallemos, reforzará una parte superficial, una parte que en profundidad no somos.
Armaremos una falsa identidad, buscando ser seres “especiales”. Vamos a querer que todo lo que sabemos que existe, hable de nosotros. Vamos a buscar mentalmente las "coincidencias" presionando el fluir y estancándonos en la forma.
Y si esto sucede con una persona que tiene hijos, esta ansiedad y falsa identidad va a ser trasladada hacia los niños. Querrán que sean “especiales”, forzando su naturaleza, sin poder apreciar lo que ya Son siendo niños.

Hay mucha información, mucho falso estímulo, y esto puede desequilibrarnos espiritualmente, pero a la vez, nos puede ayudar a discernir concientemente entre aquello que aporta verdaderamente a nuestro crecimiento y aquello que no.
Esta Madurez Espiritual proviene de la Paz interior, de no necesitar pertenecer a ningún lugar para sentirse completo.
Esta madurez llegará a usted, ni siquiera hay que buscarla, pero podrá facilitar su llegada, haciendo conciente su parte inmadura, su parte egóica que necesita “pertenecer” para sentirse segura.

Sea sincero con usted, camine en paz.

Nancy Ortiz: www.caminosalser.com/nancyortiz

1 comentario:

carmen dijo...

Muy interesante. No me veo reflejada en todo, pero sí en algo muy importante: la búsqueda intelectual, la presión del fluir y el estancarse en la forma.
Así he funcionado y así me ha ido.
Y todavía me quedan cositas por ahí...