lunes, 11 de agosto de 2008

Sa illa roja

Este fin de semana, en la costa brava, observaba rocas en medio del mar, secas, áridas, rodeadas de agua salada, parecían totalmente infértiles... y, sinembargo, en la cima había pinos preciosos y un montón de verde.

Un terreno por el que quizás mucha gente no habría apostado nada y no obstante algo increíble y de extrema belleza.

2 comentarios:

Viky dijo...

Saber apreciar la belleza del mundo es ser belleza :-)
Un abrazo, bella.

Emilio de FÉ dijo...

Sábia naturalesa, que con su sensillesa hace milagros para nossotros.
Sábia naturalesa que ensenha que lilagros son actitud de aciones libres e expontaneas.
Sábia maestra naturalesa.