
Esta fragil vasija la vacías una y otra vez y la vuelves a llenar constantemente de vida nueva. Esta pequeña flauta de caña la has llevado por valles y montañas y has soplado en ella melodías eternamente nuevas (...) Recojo tus dones infinitos con mis manos, tan pequeñas. Pasan los siglos y tú sigues virtiendo, y todavía hay para más.
Rabindranth Tagore, Gitanjali
1 comentario:
Mi madre nos alimentó con cuentos y poemas de Tagore cuando eramos pequeños y hace poco lo he redescubierto y me encanta. Le agradezco mucho a mi madre todos sus regalos divinos. Gracias también a ti por este fragmento tan delicioso. Que seas muy feliz.
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